Aunque el cuero es un material duradero, se seca con el tiempo, especialmente cuando no se cuida regularmente.
Los zapatos de cuero no cuidados pueden agrietarse o presentar una superficie aspera, dejándolos con una apariencia descuidada.
El tratamiento de los zapatos de cuero no solo requiere acondicionamiento, sino también una buena limpieza previa para eliminar la suciedad incrustada.
Después de una limpieza y acondicionamiento adecuados, los zapatos de cuero pueden dejarse como nuevos.
Materiales necesarios
- Detergente líquido.
- tela.
- betún.
- paños de microfibra.
- spray acondicionador de cuero.
Pasos a seguir:
Retire los cordones de los zapatos, si los hay, y lávelos a mano por separado con una cucharadita de detergente líquido. Enjuaguelos por completo y déjelos secar al aire, no use la secadora para esto. Por un lado es un gasto innecesario y por otro el calor que produce el secado estropea los cordones puesto que en la mayoría de las ocasiones tienen en su composición fibras que no se llevan bien con el aire caliente de la secadora.
Cepille sus botas de cuero con un cepillo suave, sin rallarlas. Es importante que, si sus zapatos se mancharon con barro, los limpie lo antes posible porque el tiempo terminará dañando la estructura natural del del cuero.
Diferenciar cual es el acabado de nuestros zapatos o botas nos indicará cual es el mejor método para acabarlos una vez limpios. Aunque ambos sean cuero, no es lo mismo el acabado de unas botas de montaña, que generalmente se acaban con grasa de caballo, que unos zapatos de vestir de cuero pulido, que se terminan y abrillantan con betún.
Si sus botas o zapatos tienen un acabado pulido, compre un betún del color que encaje con el tono original de su calzado y aplíquelo a sus zapatos con un paño. En nuestra tienda puede encontrar una amplia gama de colores para el acabado y pulido de sus zapatos.
Si el cuero de sus botas, en cambio, es natural, las materias oleosas son las más adecuadas para pulir, frotándolo con un paño. La grasa de caballo o la cera son ideales para este tipo de acabados, e incluso la crema neutra.
Limpie el polvo y la suciedad del exterior y el interior de los zapatos de cuero con un paño.
Rocíe los zapatos a fondo con un acondicionador de cuero, o acondicione con una o dos cucharadas de aceite en un paño de microfibra limpiando junto con los zapatos.
Permita que el acondicionador penetre en la piel durante 10 minutos. Retire cualquier exceso de acondicionador con un paño limpio.
Coloque una cucharada de betún en un paño limpio de microfibra. Ha llegado la hora de aplicar el betún o la grasa.
Mantenga el interior del zapato con una mano y frote el área de la piel con betún, comenzando en la parte posterior del zapato. Haga pequeños movimientos circulares, cubriendo completamente los zapatos de cuero. Repita con el otro zapato.
Cuando haya terminado cualquiera de los dos productos, betún o grasa de caballo, según el acabado original del zapato, elimine el exceso con un paño seco, asegurándose previamente de haber cubierto minuciosamente todas las costuras y pliegues.
Deje que el betún se seque durante dos o tres horas. Asegurese de que limpia cualquier exceso con un paño de microfibra limpio.
Los acabados con grasa de caballo o cera a la mayoria nos gustan sin pulir. En el caso de querer pulir la grasa de caballo basta con una microfibra fina seca, frotando de forma enérgica.
Para el pulido abrillantado de un zapato acabado con betún, en cambio, entran en juego los cepillos para el calzado. Un cepillo de cerdas suaves es lo idóneo. Disponga siempre de varios cepillos para calzado. Al menos uno para el negro, otro para los marrones y un tercero para todo lo que se acabe con betún neutro. Si es usted Imelda Marcos necesitará cepillos para cada color.
Evite que tus zapatos sufran daños futuros
Para evitar daños futuros en sus botas o zapatos, antes de cada temporada debe realizar este tratamiento. Rocíe sus botas en seco y límpielas con un spray impermeable que ayudará a prevenir las manchas. Una buena idea es poner todas als botas en fila y tratarlas al mismo tiempo.
Almacene sus zapatos en un lugar seguro y seco
Cada vez que desee dejar sus botas secas, ya sea después de un lavado o porque la lluvia las haya mojado, déjelas en un lugar con alta temperatura, pero NO en un lugar que esté en contacto muy directo con una fuente de calor, radiador estufa o chimenea. Si la temperatura es demasiado fuerte, el cuero puede romperse. No guarde sus botas en bolsas de plástico, ya que el cuero necesita respirar y la falta de aire puede hacer que se seque. Y siempre antes de dejar las botas para el próximo invierno, asegúrese de limpiarlas de antemano.
Si sigue estas instrucciones, podrá disfrutar de sus zapatos de cuero durante mucho tiempo, si no las sigue o las sigue solo regular, tendrá que visitarnos más a menudo.